La Sierra Norte de Sevilla está repleta de dehesas donde navegan hilos de agua que encierran tesoros inéditos. La armonía de su paisaje, una sucesión de suaves lomas de pizarra, es rota por la presencia de otras rocas que hacen de estas sierras unas de las de mayor diversidad paisajística de Andalucía, causa de su inclusión en la Red Europea de Geoparques.
La Sierra Norte de Sevilla comprende los siguientes municipios:
Alanís, Almadén de la Plata, Aznalcóllar, Castilblanco de los Arroyos, Castillo de las Guardas, Cazalla de la Sierra, Constantina, El Garrobo, El Madroño, El Pedroso, El Real de la Jara, El Ronquillo, Gerena, Guadalcanal, Guillena, La Puebla de los Infantes, Las Navas de la Concepción y San Nicolás del Puerto.





La vegetación de Sierra Norte se adapta al clima mediterráneo de veranos secos y calurosos e inviernos suaves, siendo la encina y el alcornoque las especies más características. Éstas, conforme nos dirigimos a las zonas más altas, van dejando paso a otras especies más exigentes en humedad como el quejigo y el rebollo o roble melojo. Este último encuentra aquí su único enclave en toda la provincia.
La Sierra Norte es también rica en yacimientos arqueológicos y en ella se han encontrado enterramientos en dólmenes, así como numerosos asentamientos y necrópolis. Asimismo, existen cuevas con restos de civilizaciones prehistóricas como las Cuevas de Santiago, en Cazalla de la Sierra, que forman un complejo con diferentes entradas y donde habitan varias especies de murciélagos, o la Cueva de los Covachos en Almadén de la Plata. En esta última existen salas donde aparecen formaciones carbonatadas de gran belleza.
Aunque toda la comarca tiene valor naturístico y paisajístico, hay que destacar el Parque Natural Sierra Norte de Sevilla.
Es uno de los parques naturales más extensos de Andalucía, ocupando 177.484 hectáreas.
Los valiosos recursos naturales del Parque Natural Sierra Norte han atraído desde antaño a numerosas civilizaciones. El paisaje ha sido transformado por los diferentes pobladores quienes aprovecharon la riqueza que el espacio les brindaba. Un ejemplo de este cambio es el Cerro del Hierro, declarado Monumento Natural, donde la extracción de mineral y la acción de la lluvia han dejado al descubierto un paisaje kárstico que hoy día es aprovechado por deportistas para la práctica de la escalada.
Quienes opten por el senderismo y el cicloturismo se le aconseja el recorrido de la Vía Verde de la Sierra Norte, un antiguo trazado ferroviario minero que discurre entre el antiguo poblado de Cerro del Hierro y la estación de tren Los Prados-Cazalla, pasando por el Monumento Natural Cascadas del Huéznar.
Contribuyen a su patrimonio cultural, los diez municipios que forman parte del Parque, aportando interesantes monumentos histórico-artísticos como castillos árabes, iglesias y ermitas de tradición cristiana. Vestigios de un pasado más lejano se hallan en Almadén de la Plata, donde se han encontrado restos prehistóricos.
Por otro lado, gozan de renombre internacional productos artesanales como vinos y anisados de Cazalla de la Sierra y Constantina.
Una de las actividades que despierta más interés entre los visitantes que se acercan al Parque Natural Sierra Norte de Sevilla es la práctica de escalada en el Cerro del Hierro, que presenta múltiples vías de todas las dificultades. Pero es el senderismo la actividad más adecuada para conocer activamente los atractivos naturales, paisajísticos y culturales de este espacio protegido. Para ello se presentan un total de catorce senderos. Entre ellos, destaca el de Las Laderas, uno de los itinerarios más completos por su diversidad de paisajes y el de los Castañares, cuyos árboles dan sombra en verano y en otoño se tornan en un colorido espectáculo.
Aunque nos encontremos en la sierra, también se pueden disfrutar de los deportes acuáticos. Un ejemplo es el paseo en piragua en el embalse del Pintado, que permite refrescarse y contemplar el paisaje adehesado característico del Parque. Una buena opción para los meses estivales.
Sin embargo, a comienzos del otoño, escuchar la berrea del ciervo en las proximidades de los Centros de visitantes Cortijo El Berrocal y El Robledo se convierte en una experiencia inolvidable.